15 septiembre, 2024

SANTO TOMAS DE VILLANUEVA: PRIMERA SEÑA

Por: Lic. Edison Charris Carrillo.

Santo Tomás de Villanueva fue otra de las glorias que España dio a la iglesia, vino al mundo en la localidad de Fuentellana, en Castilla, a principios de 1488, y su nombre le vino de Villanueva de los Infantes, la ciudad donde creció y se educó.

Sus progenitores eras también originarios de Villanueva, su padre era dueño de un molino y, desde luego, su fortuna era modesta, pero la riqueza más grande que le dejo a su hijo fue su profundo amor por Dios y por los hombres, la que manifestaba en una inagotable caridad.

A la edad de 15 años Tomás fue enviado a estudiar a la universidad de Alcalá, donde obtuvo el título de maestro de arte, a los veintiséis (26) años de edad ya era profesor de filosofía.

En 1516, Tomás se unió a los Frailes Ermitaños de San Agustín de Salamanca, después de haber regalado sus propiedades a los pobres una vez murió su padre.  A la edad de 30 años, se ordenó como sacerdote y se le nombro profesor de teología, donde enseño la filosofía de Santo Tomas de Aquino. 

Tomás poseía una inteligencia excepcionalmente lucida y un extraordinario sentido común, que le permitía emitir juicios concretos y firmes, pero siempre tuvo que luchar contra las distracciones y su falta de memoria.

Tomás siempre viajaba a pie por los caminos de sus diócesis y no usaba otra vestidura que su raído habito de monje y el sombrero que le habían regalado el día que recibió su título profesional.   Santo Tomás en calidad de Arzobispo conservo la misma humildad del corazón y el desprecio por el dinero; por mucho tiempo utilizo el mismo hábito conque salió del monasterio y muchas veces se le sorprendió mientras lo remendaba.

En agosto de 1555, fue atacado por una angina de pecho, al sentirse enfermo, ordenó fuese distribuido entre los pobres todo el dinero que estuviera en su posesión, el resto de sus bienes,  fueron a parar a manos del rector de su amada escuela, a excepción del lecho en que yacía, su cama fue la herencia del carcelero para que le diera a los presos, pero con la condición de que su futuro dueño la regalara cuando ya no tuviera necesidad de ella.

El 18 de septiembre, su fin parecía inminente, mando que se oficiase una misa en su presencia, terminada la comunión del sacerdote, pronuncio el versículo “En tus manos señor encomiendo mi espíritu”, y con estas palabras entrego su alma a Dios.

Hoy 22 de septiembre de 2020, cumpliendo con las medidas legales de protección a la vida y el derecho a la salud, contempladas en los diferentes decretos del orden nacional, departamental y municipal por la pandemia de la COVID-19,  la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, la Congregación Hermanos de Santo Tomás, y la Administración Municipal, hemos asumido de manera responsable a través del recurso de la virtualidad, la organización para homenajear a nuestro Santo Patrono.

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