30 años del crimen de Rafael Orozco: la historia contada desde otro momento

Hoy 11 de junio hace 30 años fue asesinado de ocho balazos en su cuerpo el cantante Rafael Orozco Maestre, quien en esa época estremeció y se puede decir popularizó la música vallenata.
El cantante fue acribillado por dos sicarios que se movilizaban en una moto en la puerta de su residencia, ubicada en la calle 96 A con la carrera 47, barrio Villa Santos, al norte de Barranquilla.
Aún con vida pese haber recibido varios balazos en su cuerpo fue llevado por familiares y allegados hasta la Clínica del Caribe donde falleció minutos después.
Según el informe de la policía el atentado criminal contra el cantante de música vallenata se perpetró aproximadamente a las 9:50 de la noche de ese jueves 11 de junio de 1.992.
La noticia fue rápidamente conocida por la comunidad barranquillera y de Valledupar, pero fanáticos de éste comenzaron a llegar al centro asistencial para conocer detalles del crimen.
Estaba de turno en El Heraldo
Este periodista y quien escribe hoy esta nota, ese día después de una jornada de cubrimiento de la Crónica Judicial durante todo el día, por disposición de la dirección del periódico, todos los días un redactor tenía que hacer turno nocturno, el cual se prolongaba hasta la medianoche y precisamente la persona designada para ese día fui yo, el redactor Manuel Pérez Fruto.
Estaba pendiente de lo que podía suceder en la noche y precisamente a las 9:55 de la noche entró una llamada, la cual atendí y el interlocutor me dijo que habían baleado a Rafael Orozco. Esta persona se encontraba cerca del sitio.
De inmediato le comuniqué al jefe de turnos nocturnos que era el compañero Jorge Mariano Rodríguez y me impartió la orden para que me trasladara a la Clínica del Caribe y precisamente cuando llegué confirmé la noticia. Había algunas personas y luego por radioteléfono que teníamos en el vehículo me comuniqué nuevamente con Mariano Rodríguez y minutos más tarde en el lugar de los hechos llegaron otros periodistas de la redacción como Ernesto McCausland (Q.E.P.D), Anuar Saad, Humberto Mendieta y José Granados Fernández y se inició el trabajo periodístico. Es de anotar que las ventas de El Heraldo al día siguiente sobrepasaron los 80 mil ejemplares.
Lo que vino después
Los cinco redactores, donde estaba incluida mi persona iniciamos las labores investigativas y por cierto una joven, de acuerdo con las investigaciones de la policía la incluyeron como amiga de Orozco, María Angélica Navarro y precisamente este redactor consiguió una foto de estas dos personas, la muchacha sentada en las piernas del cantante, la cual fue publicada en primera página y las ventas al día siguiente del periódico fueron superiores.
Los testigos del crimen

La noche del 11 de junio Rafael Orozco había llegado a su casa como a las 8 de la noche después de una gira musical y precisamente como a las 9:40 se acercaron dos jóvenes seguidores del cantante, Alonso Ariza, natural de Santo Tomás y Francisco Manuel Corena quienes al tocar el timbre fueron atendidos por Orozco, los saludó y luego estos le pidieron que necesitaban un instrumento musical “Las Congas” que se las iban a llevar a la agrupación de Diomedes Díaz y en segundos aparecieron los sicarios y acabaron con la vida del cantante vallenato.
El domingo 8 de agosto de 1.993 estas dos personas las desaparecieron. Hasta la cancha El Centenario de Santo Tomás se presentó como a las dos de la tarde una camioneta con dos ocupantes y uno de ellos llamó a Alonso Ariza, quien atendió el llamado, lo hicieron montar en el carro y se lo llevaron con rumbo desconocido y más nunca apareció. También hicieron lo mismo con Corena en el barrio La Chinita.
Sin embargo, años después tanto Corena como Ariza y Jorge Navarro, la Sala Penal del Tribunal Superior de Barranquilla los absolvió de responsabilidades en el crimen de Orozco.
Lo que si se comprobó que el autor intelectual de este crimen fue José Reynaldo Fiallo Jácome o Jorge Alberto Méndez, un narcotraficante que utilizaba ambas identidades y su alias era “Nano”. Esta persona fue posteriormente asesinada en un restaurante en la vía a Las Palmas de Medellín junto con el sicario que al parecer mató a Orozco. Este respondía al nombre de Sergio González Torres, alias “Tato”, quien trabajaba como su escolta del “Nano” y quien las autoridades le encontraron la pistola con la cual fue asesinado el cantante vallenato.
Para hoy sábado se anuncian varios homenajes a este gran cantante vallenato no solamente en Valledupar, Barranquilla la Costa y gran parte de Colombia, donde las emisoras de la música de este género harán sonar sus discos que fueron muchos en la historia musical de Rafel Orozco, quien siempre estuvo acompañado del acordeonista Israel Romero.
