6 diciembre, 2025

El Carnaval ribereño

Por Edison R. Charris Carrillo

El carnaval como fiesta pagana donde los grupos humanos aprovechaban para dar rienda suelta a cuatro días de jolgorio y alegría, de derroche; con ruidosos rituales, enmascarándose, usando disfraces, danzando con cantos y música, peregrinaciones que exaltan a la naturaleza y sus frutos, la agricultura con su Dios Saturno, el pan con Luperco y la embriaguez con su Dios Baco; “tuvo su origen en las celebraciones de núcleos humanos en diversos contextos, desde el cercano oriente hasta los pueblos mediterráneos, logrando extenderse por todo el continente europeo”.

Con relación a sus comienzos, Guillermo Abadía Morales, sostiene que en esta festividad de tipo religioso (carnestolendas de celebra durante los tres días anteriores al miércoles de ceniza, que es el primero de la cuaresma) recalcando además el mismo autor, que posteriormente se ha variado su sentido y explicación y solo se ha conservado los atributos festivos de las mascaradas, baile y jolgorio, actos dramáticos y con mayor frecuencia, los juegos corográficos y las comparsas”.

Celebraciones, que en Europa iban desde el 17 al 23 de diciembre, donde la gente salía gritando, también salía una muchedumbre en las noches para anunciar que estaba próxima la época de carnaval, a la que le llamaban guaches porque gritaban mucho y eran muy bullones, así surgió el termino guacherna.

Cuando a finales del siglo XV, se produce ese gran encuentro cultural de dos mundos, América y Europa, no solo surgen los intereses del nuevo sistema económico, como la codicia de aventureros y los deseos de ampliar conocimientos; también cruzo en las carabelas del carnaval, ahí en la mente de las colectividades, lo que nunca llegaron a pensar los españoles, y es que las carnestolendas serían enriquecidas con los aportes culturales de los nativos y más tarde por los africanos traídos en calidad de esclavos.

Las tradiciones de los europeos se fueron imponiendo en el nuevo mundo, es así como gradualmente en cada año con la celebración de las carnestolendas, se va incorporando parte de la tradición y legado cultura afro- americano o afro-caribeño.

En la tradición del carnaval de los pueblos ribereños y de la costa Caribe, la presencia de danzas como las farotas, indios chímalas, indios bravos, indios de zarate, es una muestra fehaciente del aporte aborigen a estas tradiciones. Gradualmente se fue perfilando a lo largo de los pueblos del Rio Magdalena expresiones culturales producto de los aportes europeos, amerindios y africanos, configurando una identidad matizada por las particularidades de cada contexto. 

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