Las Bongas Del Parque De La Plaza De Santo Tomás

Por: Alejandro Fontalvo Fontalvo
Ex-alcalde de Santo Tomás
Desde niño conocí en la arenosa plaza del municipio, un parque de forma circular, de estilo republicano, con bancas hechas en granito, colocadas alrededor del mismo en su parte interior; bancas con publicidad de firmas comerciales en sus espaldares.
Por información obtenida, este parque se construyó en la administración de José Luis Jiménez Ruiz, Sargento mayor del ejército (el grado más alto de la suboficialidad en las fuerzas militares de Colombia), siendo alcalde militar de Santo Tomás, durante el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla (único presidente militar del país en el siglo XX, quien tomó la presidencia por golpe de estado que diera al entonces presidente constitucional Laureano Gómez Castro, el 13 de junio de 1953, permaneciendo en el cargo hasta el 10 de mayo de 1957, ya que, entregó el poder a una junta militar de cinco miembros presidida por el General Gabriel París, gobernando hasta el 07 de agosto de 1958, día en que asumió el gobierno de la nación Alberto Lleras Camargo, primer presidente del Frente Nacional. El General Rojas Pinilla fundó posteriormente en 1961 un partido político de nombre ALIANZA NACIONAL POPULAR- ANAPO- numeroso y muy popular en la década de los años setenta).
El alcalde Jiménez Ruiz recolectó los dineros para la construcción del parque, apoyado en un decreto que promulgó, donde los que incurrían en contravenciones, debían cancelar una multa al fisco municipal de diez pesos con cinco centavos, equivalente al valor de tres bolsas de cemento; medida conocida popularmente en el pueblo el famoso “DIEZ CON CINCO”.

Algunos borrachos de esa época que cometieron imprudencias amanecieron detenidos, aún bajo rejas, en la estación de policía, por no tener con qué pagar la multa de los “diez con cinco”. Hubo casos de algunos que tenían los diez pesos, pero les faltaban los cinco centavos, les tocó amanecer detenidos hasta que consiguieran los cinco centavos restantes para completar la multa.
Posteriormente Jiménez Ruiz desempeñó varios cargos en el municipio siendo concejal, personero y tesorero, entre otros, actuando con gran honestidad, según consideraban sus habitantes y gente de la vida pública; se le tuvo por hombre de recto proceder.
El parque del alcalde Jiménez tenía dos entradas a manera de puertas, donde se metían muchos para ver los toros, cuando se hacían las corralejas en la plaza en las fiestas patronales. Muchas veces el toro lograba meterse al parque, haciendo que salieran en estampidas los que allí se encontraban.
En una ocasión, estando yo en mi pubertad, me metí al parque para ver los toros desde allí, pero mi padre logró divisarme desde la corraleja, entró y tomándome del brazo me sacó, haciéndome ver lo peligroso que era estar metido en dicho lugar; pensé que me llevaría “mi limpia”, pero simplemente me reprendió, exhortándome que no lo volviera a hacer. Este parque tuvo una existencia de veinte años, dando paso en el mismo lugar a uno nuevo, construido en el año 1976, en la administración del alcalde Jairo Salcedo Caballero, ejecutando la obra contemplada en un acuerdo del concejo, que disponía construir un moderno parque acorde a la época.
En noviembre de ese año 1976, cuando llegué a ocupar el cargo de alcalde, reemplazando a Salcedo Caballero, encontré que la obra de este nuevo parque no había sido recibida por la anterior administración, debido a algunos detalles por solucionar con el arquitecto de apellido Mallarino, encargado de la ejecución de la obra. Una vez solucionados los asuntos pendientes, técnicos y administrativos a mediados del siguiente año de 1977 y haberse recibido la obra con las formalidades del caso, se procedió a adecuarlo, completando el relleno de las jardineras con el nivel de arena requerido para poder plantarle árboles, puesto que no existía vegetación alguna en el lugar.
Vale resaltar que en el transcurso de ese año 1977, la administración realizó campañas de arborización, consiguiendo alrededor de mil doscientos árboles para sembrarlos en las puertas de las viviendas de la población, una parte donados por el INDERENA (Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables y del Ambiente), árboles de las especies almendros, roble morado y matarratón extranjero y otros donados por el Batallón de Ingenieros Vergara y Velazco, ubicado en el municipio de Malambo.
Dos empresas situadas, una en Soledad y otra en Barranquilla brindaron su apoyo en esta campaña con grandes cantidades de retales de madera, para la construcción de corrales de protección de dichos árboles.
Con el fin de darle vida al nuevo parque, se decidió plantarle árboles y la administración encargó para la compra especies variadas de éstos a José De la Cerda Casiano, quien se dedicaba a la venta de árboles y trabajos de jardinería en la ciudad de Barranquilla. De la Cerda hizo entrega del encargo a mediados del mes de julio del citado año 1977 y fue así como en la tarde del día jueves 21 de ese mes procedimos de inmediato, con un cielo encapotado y ligera llovizna plantar en las jardineras del nuevo parque árboles de especies variadas para embellecerlo. Estando en el lugar para realizar la tarea de siembra Pedro Molina Fontalvo (tesorero municipal), Juan Manuel De la Hoz (secretario de la alcaldía) y quien escribe estas líneas (alcalde), llegaron al lugar varios jóvenes vecinos de la plaza, entre ellos Branif Fruto, Pedro Badillo y José María Fruto, quienes nos colaboraron entusiasmadamente trayendo machetes, palas, y cavador para la faena.
Se sembraron en el lugar dos bongas, conocidas también como ceibas bongas (ceibas pentandras) y otros árboles, de roble morado, almendros y matarratón extranjero, los cuales, con gran esmero regaban los vecinos frecuentemente, en especial la familia Crescente Romero. Las bongas aún con el paso del tiempo permanecen en su sitio de siembra.
Otro árbol de bonga del mismo grupo fue sembrado donde comienza el boulevard de la avenida “Cristo Rey” o Avenida ERASMO CORONEL (nombre dado por el concejo municipal, en homenaje al líder sindical tomasino, muerto en la masacre de las bananeras en el municipio de Ciénaga, Magdalena, el 5 de diciembre de 1928). Este árbol no prosperó como los de la plaza, debido a que recién sembrado, fue golpeado por un vehículo de carga afectando su crecimiento, pero aún permanece en el lugar, adyacente al monumento del libro que allí se encuentra.

Si el tiempo y el medio ambiente lo permiten, las bongas cumplirán en el 2027 el medio siglo de haber sido plantadas.
Las dos de la plaza lucen imponentes en la vegetación circundante del reciente parque construido en la administración del alcalde Luis Escorcia Castro, cobijando con sus ramas y refrescando con acogedora sombra a nativos y visitantes del pueblo que llegan al lugar. La bonga situada hacia el sur de manera especial y gesto patriótico extiende sus ramas para guarecer con su sombra la estatua del Libertador que allí se encuentra.

Las bongas del parque central escrito por el excalde,Ing.Alejandro Fontalvo,mi exalumno del Colegio Oriental,condtituye un aporte valioso para la memoria histórica del Municipio.
Felicito al amigo Alejo por este aporte,con buena redacción y soportes precisos de las citas históricas allí contempladas.
Es un recorderis de las cosas públicas que merecen tener en cuenta y es un ejemplo para las nuevas generaciones tomasinas.