Los nodos del Sena
- Por Humberto Fernández Núñez
Hace algunas semanas leí en algunos medios de comunicación la noticia de la construcción de seis nuevos Nodos SENA en los municipios de Soledad, Baranoa, Galapa, Sabanalarga, Luruaco y Juan de Acosta, con una importante inversión de $38.400.000
y con cupos para más de 12.000 estudiantes en las áreas de Operaciones Comerciales, Muebles y Maderas, Bilingüismo, Confecciones, Ecoturismo y Programa Agroempresarial. Dentro de este anuncio no se tuvo en cuenta a Santo Tomas. Debo reconocer que sentí un desencanto y una frustración enorme, lo mismo que debieron sentir muchos jóvenes que desean una oportunidad de formación técnica en una institución tan prestigiosa como lo es el SENA. La semana pasada, sin embargo, el alcalde Tomás Guardiola dio a conocer que ese frustrante hecho será una realidad y a renglón seguido anunció también la construcción de un polideportivo para nuestra municipalidad. En dicha información suministró a su vez los sitios en que serían construidas tales obras: el nodo del SENA en el barrio El Doral y el polideportivo en el terreno donde se encuentra ubicada la cancha de fútbol Peldar.
Este anuncio resulta paradójico ya que todos los tomasinos estamos esperando —a tenor de lo anunciado en el programa de gobierno presentado por el propio alcalde— la realización de obras de gran impacto y la construcción de un polideportivo en un terreno de dos hectáreas no es coherente con la estructuración de tales promesas. Sin embargo, mi comentario no va en la dirección de criticar o de atacar a la administración, porque estos anuncios hacen parte de su gestión que nos interesa a todos. Es por ello que no quiero incluir la palabra “pero” en mi disertación porque, reconociendo la gestión del señor alcalde esa palabra puede sonar a disconformidad y yo preferiría cambiarla por otra que vaya ligada a mis sueños, el cual se funda en darle vida a la ley de Asociación de Municipios que contenga su propio estatuto con autonomía administrativa y financiera que le permita unir en un propósito de región a las localidades de Sabanagrande, Santo tomas y Palmar de Varela, con una gran obra que refuerce aún más esa identidad que siempre nos ha caracterizado. Esa palabra podría ser “cooperación” y podría materializarse, por ejemplo, en la construcción de un verdadero polideportivo en unos terrenos que estén ubicados entre Palmar y Santo Tomás (o entre Santo Tomás y Sabanagrande) y que tenga una extensión al menos de entre 10 y 15 hectáreas, en los que se pueda desarrollar una obra de envergadura, digna de estas importante poblaciones del oriente del departamento del Atlántico. Con esto lograríamos, mediante la economía en escala, disminuir costos y acceder —ahora que se acaba de modificar la ley de Regalías— a más recursos formulando proyectos de protección al medio ambiente con energías limpias en espacios libres.
Esto beneficiaría además la construcción del Nodo SENA ya que en los esquemas o planes de ordenamiento territorial se establece que las entidades educativas deben situarse fuera de los espacios residenciales. Mi anhelo va en esa dirección; también en la de poder construir, a través de la asociación de estos tres municipios, una ciudadela deportiva en un entorno seguro y con iluminación LED, y una especie de cicloruta que se inicie en la rotonda de la Normal de Fátima, llegue hasta Palmar y se regrese por una extensión del malecón de Sabanagrande cobijada por la existencia de un CAI móvil que brinde seguridad a todos los paseantes. Así podremos lograr un desarrollo integral en el que no solo se brinden espacios libres y seguros, sino en el que se fomente también la creación de nuevos proyectos de empleos. Esa es, pues, mi muy respetuosa propuesta y a su consideración la dejo.
