¿Penitentes excomulgados o con una sanción civil?
La afirmación de Alfredo Muriel Pertuz de que si los penitentes pagaban sus penitencias en público podían ser excomulgados o recibir una sanción civil desconoce la historia religiosa.
En efecto los penitentes, si bien han cambiado por padrenuestros y avemarías fueron connaturales a los modelos del martilogio cristiano-católico que buscaba sacrificar el cuerpo para salvar el alma.
Durante el período de la Colonia eran una condena de la inquisición o Tribunal del Santo oficio, institución religiosa muy criticada por sus abusos.
Según el historiador Jaime Humberto Borja Gómez la penitencia (palabra de la cual deriva penitenciaría, hoy cárcel) de debía cumplir en público, con vestidos e insignias que identificaban el delito cometido. Agrega Borja Gómez “el condenado a la vergüenza pública salía por calles en forma de penitente para ser objeto de vejación por parte de la población”.
Profesor si existe una diferencia entre el flagelante y el penitente. El penitente como usted bien lo dice era aquel cristiano que al confesar su falta recibía por parte del confesor una PENA que debía cumplir en público, pero como expiación de su falta, es decir, era una forma de demostrar su arrepentimiento y su decisión de enmienda con la iglesia, con Dios y con la sociedad por ésto último era que lo hacía públicamente para que todos vieran su arrepentimiento y su castigo. CIC, CAP II, ART 4 ITEM 1422-143
Y todo ello enmarcado dentro de la relación cultual entre la iglesia y su feligresía que lo expresa mediante ritos, entendiendo por rito el producto de un proceso que desemboca en una forma de expresión de la eclesialidad (Introducción al Espíritu de la Liturgia. JOSEPH RATZINGER)
El flagelante en cambio no está pagando una PENA impuesta por nadie, éste realiza ese acto de autoagresión como camino para conseguir de parte de Dios una gracia o un favor en especial.
De tal manera que la diferencia entre uno y otro si aplica y es valedera