5 diciembre, 2025

Viernes Santo en la calle La Ciénaga: sin penitentes y sin comercio

Como es tradicional en este municipio se realiza en esa fecha el desfile de los flagelantes y por lo general mucha gente de la localidad se rebusca con las ventas y tampoco lo podrán hacer en el presente.

Los comerciantes de Santo Tomás y otros de municipios de la zona oriental y de Barranquilla por segundo año consecutivo no podrán ofrecer a los turistas sus suculentos sancochos de pescado y también fritos, así como la venta de otros productos, más que todo en la calle de La Ciénaga, epicentro del desfile de los flagelantes, que año tras año cumplen esta manda, pero que en los dos últimos no lo han podido hacer por la pandemia del coronavirus, cuya economía tiene afectada no solamente a esta población sino al Atlántico, Colombia y el mundo en general.

Hoy a las 8 de la mañana el director del periódico y portal VOZ DE ORIENTE se hizo presente a la calle de la amargura como se le conoce y era total soledad. Nadie casi se acercaba a las puertas de las viviendas, como lo hacían en otros años que ya a esa hora estaban colocadas las ventas de toda clase de artículos, incluyendo las cervezas y las botellas de licor a la espera que llegaran los turistas de distintos lugares del planeta. También estaban preocupados porque a las 9 de la mañana se iniciaba el toque de queda y la ley seca, impuesta por la Administración Municipal, precisamente para evitar más contagios del Covid-19.

Que dicen los comerciantes

Alejandro Fontalvo.

Sentado sobre una mecedora en la puerta de su casa, a la entrada donde ingresan los penitentes por la calle de la ciénaga, encontramos a Alejandro Fontalvo, conocido cariñosamente como “El Papi”, pensativo porque en esta fecha se rebuscaba y al indagarle que pensaba de la medida por segundo año consecutivo: ”mi negocio es el de comidas típicas como el sancocho de bocachicos, mojarras fritas, icoteas guisadas y que se le ofrecían a los turistas en esta fecha, pero son cosas que se nos salen de las manos por el problema de la pandemia, la cual respetamos porque no podemos seguir contagiándonos y yo personalmente lo acepto”.

Sin embargo, indicó: “yo me ganaba un Viernes Santo en un promedio de 9 de la mañana a 3 de la tarde, entre 600 y 800 mil pesos, que hoy nos hacen falta para solventar nuestro día a día, pero por salvarnos de la pandemia lo acepto, pese a que tengo que alimentar a una familia de 7 personas”.

Heiner De La Hoz

Heiner De la Hoz, otro comerciante tomasino que de igual manera entregó su opinión: “tanto económicamente como físicamente me perjudico, porque esta penitencia tiende a desaparecer y ahora con la pandemia, lo cual respeto porque está falleciendo mucha gente y hay muchos contagios. Se movía mucho el comercio y todo se debe a la pandemia y estamos viviendo un mal momento económicamente”. Dice que hacían comidas especiales y sancochos, al tiempo que se vendía la cerveza para uno rebuscarse y dejaba algo para sobrevivir.

Luis Montaño

Finalmente Luis Montaño, también comerciante tomasino se refirió sobre el tema: “Bueno yo aquí en el frente de mi casa vendía sancocho de mondongo, gaseosas y dulces para los niños y por esa venta me ganaba unos 600 mil pesos, claro lo que le pido al señor vida y salud para poder seguir en este mundo, claro está que nos quiete esta pandemia lo más pronto posible para que no siga muriendo gente y se contagien más personas”.

Manifestó que lo afecta en gran parte, pero primero la salud.

Iglesia cerrada

La Iglesia Parroquial de Santo Tomás permanece cerrada por disposición de la Arquidiócesis de Barranquilla. En otros años estaba abierta desde las 8 de la mañana para que los fieles visitaran el monumento que era adornado y preparado por el católico Fabian Crecente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

x  Powerful Protection for WordPress, from Shield Security
Este Sitio Está Protegido Por
Shield Security