5 diciembre, 2024

DE LO NACIONAL A LO LOCAL POCO O NADA DE DIFERENCIA: NO HAY GARANTÍAS PARA LA JUVENTUD.

La gran celebración del día de la juventud por parte de la institucionalidad colombiana es la nula voluntad política para co-crear escenarios donde la incidencia social y política de los jóvenes sea una realidad y que a partir de ella se genere transformación comunitaria en los territorios.

Aún cuando la juventud en Colombia representa el 25% de la población, según proyecciones del DANE, el crítico contexto reflejado en los desafios que enfrentamos en el día a día reflejan la premisa anterior, que va desde la falta de oportunidades, hasta la exclusión social y el excesivo adultocentrismo en las esferas de toma de decisiones o de acción pública.

Hoy estamos atrapados entre el idealismo y la desesperanza, históricamente hemos sido vistos como el nuevo motor del cambio social que siempre ha deseado la gente en nuestro país, para esos que han dejado de creer en un futuro mejor, en realizarse aquí, en el país de los más talentosos artistas y deportistas, escritores, cantautores: en el lugar del realismo mágico, de la biodiversidad, de la multiculturalidad. Es por esto que, es momento de ser aún más protagonistas en la construcción de una nación equitativa y cuyo eje de desarrollo sea la justicia social, económica y medioambiental.

Leer y releer lo anterior suena maravilloso, ¿Cierto? No es más que escribir un narrativa que le queda grande, no a nosotros los jóvenes que añoramos colocarnos la 10 por nuestro país, sino a esas figuras que en la práctica desestiman, reducen y callan voces que con la fortaleza de nuestro sentir, buscamos luchar para lograr espacios en una sociedad que parece haberse olvidado de nuestra importancia.

¿Por qué vernos como una amenaza a los intereses de quienes están en los espacios de decisión política? Yo hago un llamado a la reflexión a quienes hoy están al frente de las instituciones porque solo seguirán perpetuando un ciclo de desigualdad y desinterés por lo público, por lo social, por aquello que nos toca a todos, así como también de violencia simbólica a través de la exclusión y estigmatización de lo que representamos.

Alcaldes, Concejales, Gobernadores, Diputados, Senadores, Representantes y Presidente, el mensaje es claro: Cualquier iniciativa política para construir territorio que no se haga de la mano de los jóvenes y de todos los sectores sociales, está condenada al fracaso.

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