Apego ciego y enfermizo al pasado

Por: Pablo Emilio Caballero Pérez
En la vida, en general y en la política, en particular, hay personas que convierten en un dogma la sentencia “todo tiempo pasado fue mejor”. Miran con nostalgia y añoranza el tiempo ido, al punto que pretenden detenerlo o revivirlo.
De esta manera se resisten al cambio y le ponen talanqueras. El 4 de marzo en Noticias Teleantioquia, se presentó la noticia según la cual la senadora María Fernanda Cabal demandaría, con base en una ley de 1923, la realización de los consejos de ministros del gobierno Petro con transmisión al público; pues de acuerdo con esa ley centenaria los consejos deben ser privados. La mencionada ley fue expedida bajo la vigencia de la constitución de 1886.
Hoy, nos rige la constitución de 1991; y si nos atenemos a la condición jerárquica de la norma ideada por el jurista austriaco Hans Kelsen la constitución es norma de normas (Art. 4°), por encima de la cual no puede estar norma alguna. Esto quiere decir que la tal ley de 1923, referenciada por la senadora Cabal, es papel muerto de la caneca de basura. Así mismo, se establece la transparencia, como principio que ha de regir la administración pública. Ello quiere decir, que los ciudadanos tienen derecho a participar en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación (Art. 2°, C.P.C.). Aún más, el filósofo y teólogo de nacionalidad coreano-alemana Byung Chul Han sostiene que vivimos en la sociedad de la transparencia en la cual se desvelan los secretos a través de las redes sociales o red global y se vuelve todo transparente como el cristal que deja pasar los rayos del sol. Doctora María Fernanda Cabal, si usted y sus copartidarios no tienen secretos que ocultar, demuestre que está en sus cabales y póngase a tono con los cambios y el signo de la época. Deje que el presidente Petro gobierne de acuerdo con la avanzada política, económica y cultural de la época.