16 abril, 2024

¡EL PRECIO DE NUESTRA MISERIA HUMANA!

Por. Oscar Santodomingo Payeras.

Ver la pobreza y la humillación que genera, siempre me hace recordar la canción de Enrique Díaz (La Pobreza) donde relata, con incisiva realidad, las angustias que padece el hombre por ella: hambre y exclusión en un mundo materialmente de desiguales.

En esta época electoral detallo con sumo cuidado como las personas se convierten en un productor inmenso de pobreza, pero téngase en cuenta que ya la pobreza es tener muy poco, pero cuando se está por debajo de ella deviene la “miseria”.

La miseria tiene responsables, pero antes hay que sub-clasificarla en: primero, la miseria económica; y segundo, la miseria espiritual como enfermedad del alma.

La primera, está definida según los índices de desarrollo como un estado de vida que se encuentra por debajo de la línea de pobreza. En otras palabras es una carencia de los mínimos vitales para el desarrollo de la dignidad humana. Esta miseria genera indigencia, pero existe una situación dialéctica con esta situación. A pesar de la miseria económica muchas veces el animo de superación del ser humano no permite la indigencia, sin embargo cuando es el mismo ser humano que con sus acciones provoca la miseria entonces nos remitimos a la segunda sub-clasificación.

La segunda sub-clasificación, podemos tomarla del poeta Víctor Hugo cuando expresó, en su obra literaria “Los Miserables” que “la miseria no se mide solamente por el dinero, sino también por una ausencia de valores y principios”. Fedor Dostoyevski en su novela crimen y castigo, haciendo alusión a la miseria (la cual confundía con pobreza) decía que “En la pobreza, uno conserva la nobleza de sus sentimientos innatos; en la indigencia, nadie puede conservar nada noble (hace alusión a los sentimientos, valores y principios que dignifican al hombre)”.

Atreverme a decir en este escrito que la miseria espiritual es una enfermedad del alma, puede ser una afirmación grosera para muchos, inclusive para el pueblo que deseo sacar adelante, pero es una realidad.

Me pregunto: ¿Cuál es el gozo, la felicidad, la risa que genera vender la conciencia por $50.000 pesos, alcohol y drogas para después dar el voto y así elegir al más corrupto?, ¿Es el gozo descrito el demonio de una enfermedad del alma que vuelve torticera la conciencia del ser humano?, ¿Porqué mis congéneres compran la miseria?

Para entender la relación dialéctica de aquellos que en la miseria por superarse buscan el rescate de los valores para el desarrollo de su dignidad humana, y de aquellos, que encuentran en la miseria el gozo de compartir bañarse en el barro excremental de la podredumbre humana; llamó a relación a un poeta maldito, Charles Baudelaire, quien viviendo en la miseria por un cansancio de su vida aristocrática enseñaba a los miserables que existe la dignidad, como es el caso de los poemas titulados “A golpes con un miserable”, “El juguete del pobre” y “Los saltimbanquis”.

De estas tres poesías, escritas en la peligrosa prosa, el poeta francés me enseñó, y ahora quiero enseñarlas a todos, que la “necesidad es la madre de todas las virtudes”, “que la pobreza es un duro barro sucio que se puede quitar para ver el esplendor de los seres humanos”, y que “tenemos que despertar para recuperar la dignidad que engrandece al ser humano”; si bien hago alusión a estas obras literarias y aplico las comillas, realmente parafraseo las interpretaciones del poeta.

Entonces, el precio de nuestra miseria humana es perder la dignidad, la capacidad de crear, la capacidad de creernos iguales a pesar de nuestras desigualdades, la capacidad de avanzar y trabajar por una sociedad más solidaria, fraterna, equitativa e igualitaria. En otras palabras, el precio se encuentra en la venta de la conciencia al político corrupto, quien podemos describirlo como lo ha dicho Petronio en su libro el Satiricón, como“el sapo que ahora creyéndose rey”, ve al ser humano como animal salvaje sin derechos, que en la medida que lo compra igual adquiere el derecho a humillarlo.

2 pensamientos sobre “¡EL PRECIO DE NUESTRA MISERIA HUMANA!

  1. Ojalá capturen al miserables que ordenó tú asesinato, y al miserable que vendió tú vida por unos pesos que con seguridad ya se los gasto en drogas alucinógenas. Paz en tu tumba varón, en nuestras vidas tus ideas serán las saetas para enfrentar la opresión.

  2. Mientras la Sociedad se encuentre en brazos de la corrosión que campea en todos los escenarios direccionales cualesquiera sean sus dignidades y el dinero sea el Rey de esa pudredumbre, estaremos confinados y acorralados.y no nos sacudamos de ese yugo y el Hombre tome conciencia de sus principios y valores, estamos perdidos. Una Sociedad sin Educación es un asno llevado de corral en corral. Sólo espera el manojo de hierba para tranquilizar su hambre.

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