23 octubre, 2024

La resiliencia, trauma que afecta en la actualidad

Por Edison Charris Fontalvo

La precariedad social se refiere a una realidad que cada vez se torna más frecuente en las nuevas generaciones.

En Colombia y en el mundo entero hay una taza de suicidios muy alto. Por ello cuando se sufre un trauma el recuerdo de la herida se refuerza más en la soledad, ya que cualquier suceso adverso puede dañarnos profundamente.

La resilencia se ve reflejada en la niñez cuando muestra el sufrimiento como una condición humana que se agrava con desgracia, depresión, dolor, tristeza, y es necesario trabajar la empatía porque el dolor es inevitable y el sufrimiento es opcional.

Cabe resaltar que, todos los seres humanos sienten el sufrimiento de igual manera, cualquier bebé mamífero ha recibido seguridad durante su desarrollo, y sea por su madre, padre, familia, colegio, vecindario, amigos y cuando recibe un golpe fuerte le duele, eso es dolor, el sufrimiento es otra cosa. Si se ha tenido una infancia segura sufrirá mucho menos que alguien que no la ha tenido cuando pequeño.

El dolor sin sentido duele aún más. Los seres humanos vivimos en un mundo de sentido, necesitamos tener sueños y recuerdos para darle dirección a la vida. Si muestras un dolor no superado, sin resilencia no podemos modificar ese sufrimiento, si hemos crecido fortalecidos y con seguridad recibimos el mismo golpe como una tragedia, pero hemos aprendido a ser más fuertes que el sufrimiento y que el dolor. Si hacemos algo con ese dolor y sufrimiento hemos trasformado el sentir en obra de arte, porque el haber sido heridos puede convertirse en un recuerdo indeleble.

Somos responsables en el medio que nos afecta, tenemos que ralentizar, desarrollar actividades deportivas, atléticas, formativas para reforzar los vínculos que nos permitan hacer frente a las adversidades reales, porque cuando hemos sido abanderados tenemos miedos a todo, y si no hemos sido protegidos tampoco, ya que no hay confianza propia.

Es necesario implantar una cultura como el mar, con el flujo y reflujo de las olas, como el día y la noche. Hay que empezar a respirar y combatir la angustia de la cultura tecnológica, que ha tenido un desarrollo angustiante en la actividad.

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