22 marzo, 2024

Las imágenes de Santo Tomás de Villanueva en nuestro municipio

 Por Efraín Pérez Granados.

Son dos las imágenes que existen en la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, una de mediana estatura y la más antigua, conocida en la memoria colectiva de los tomasinos como “Santo Tomás el chiquito”,  traída de la península Ibérica en las últimas décadas del siglo XIX; la segunda y de mayor altura, fue donada por la familia Sarmiento que, con su padre, Rogelio Sarmiento, residían en una casona ubicada en la plaza principal, exactamente donde funciona actualmente la Fiscalía General en la localidad.  Dedicaron muchos años de su vida  a las actividades y prácticas religiosas y eran conocidas cariñosamente, siendo adultas, como las “Niñas Sarmiento”, quizás por su estilo de vida y posición económica, consideradas como de “sangre azul”, término utilizado en occidente para designar familias nobles o aristocráticas. En el templo parroquial tenían reservadas unas bancas con sus reclinatorios donde no  podían sentarse otras personas.  La conformaban tías y sobrinas, entre ellas,  Cesárea quien falleció en septiembre de 1939 y Josefa fallecida en 1964.

Como testimonio de su religiosidad tenemos la donación de dos imágenes religiosas. La del Sagrado Corazón de Jesús y la de Santo Tomás de Villanueva. El Sagrado fue donado a petición de un sacerdote, pues,  existía la Congregación del mismo nombre, integrada por hombres y mujeres. La imagen fue elaborada en Valencia, España, por el escultor José Guzmán. Llegó a nuestro país por vía marítima entrando por Puerto Colombia, luego por vía férrea a Barranquilla y finalmente por vía fluvial a Sitionuevo, Magdalena, lugar donde la feligresía esperaba en el Puerto de San Bartolo o Puerto de la Fraternidad llegando un 30 de mayo de 1905 siendo traída con entusiasmo en hombros hasta Santo Tomás donde sonaron los sagrados bronces o campanas y hubo ese año una gran fiesta. Los costos fueron $ 250.00 donde se incluían, entre otros, traslado vía marítima y factura consular.

Años después donaron otra imagen, la de nuestro patrono, Santo Tomás de Villanueva, Arzobispo de Valencia, escultura de Rafael y Francisco Gómez Polo, elaborada en Barcelona, España. Las gestiones se hicieron gracias al sacerdote de origen español Fidel Del Vall Moradillo, quien  regentó  nuestra parroquia en dos ocasiones desde el 21 de abril de 1924 hasta el 12 de enero  de 1930 y desde el 12 de marzo de 1935 hasta el 11 de febrero de 1948. El padre Fidel, como se le llamaba, era aficionado a la cacería  y seguidor del Generalísimo Francisco Franco, jefe de la Falange Española, y el día que triunfó en la Guerra Civil española (1936-1939) hizo unos disparos al aire en la Casa Cural acompañados con arengas y  sonoros vivas.

La imagen quedó en territorio español al no poder viajar en barco por motivo de la guerra civil en el país ibérico. Las Sarmiento pensaban que si fallecían no dejarían nada del santo patrono. Luego se hicieron las gestiones en la ciudad de Medellín para que fuera elaborada allí, enviando a la vez las fotos de la que habían hecho en Barcelona. En efecto, esto ocurrió  y la imagen llegó de la ciudad paisa por vía aérea al Aeropuerto de Soledad, hoy, Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, estando en Santo Tomás el 17 de agosto de 1939, víspera de la primera seña. Su costo $ 700.00, corresponde a la de mayor estatura.

 Nuestros campesinos y propietarios de grandes extensiones de tierras, como el hijo de don Manuel Fortunato Charris Sarmiento, Absalón Charris De la Hoz, festejaban el 18 de septiembre el día de Santo Tomás con una solemne misa y luego una procesión en la plaza principal o alrededor del templo parroquial. El día anterior, o sea el 17, se celebraba la víspera con juegos pirotécnicos y un castillo donado por la empresa Cafetería Almendra Tropical, que desde los años treinta del pasado siglo tenía su sede en  la ciudad de Barranquilla.

El santo manchego, de la región de Don Quijote de la Mancha, tiene muchos biógrafos y centenares de biografías. Las clásicas, guardando las proporciones, se pueden considerar como incunables y destacan al humanista, teólogo complutense, monje agustino, modélico predicador, interioridad antropológica, conversión ascética sin tregua y una evangelización que trasciende.

Biografías clásicas son las del agustino Juán de Muñatones (1504-1571), editada en 1572; la más extensa y profunda del agustino Miguel Bartolomé Salón (1539-1621), publicada en 1588; Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645), uno de los máximos exponentes del Siglo de Oro Español, escribió un Epítome en 1620, que por los quilates del autor y su lenguaje cortesano, es diferente al estilo hagiográfico de sus antecesores; José Vicente Orti y Mayor (1673-1748), sacada a la luz en 1731 donde incluye una lista de 32 autores que escribieron sobre Santo Tomás de Villanueva. Existe una biografía en alemán escrita por Poesl en 1860 y otra en francés escrita por Dabert en 1878.

Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, agustino y biógrafo, del nacido secular Tomás García Martínez de Castellanos (1486/1487/1488-1555), presenta en 70 páginas una lista actualizada en diciembre de 2019, donde relaciona diferentes publicaciones realizadas por agustinos y otros estudiosos de Fray Tomás García Martínez. Relaciona archivos, bibliotecas, revistas, actas de beatificación, publicaciones, cartas de Fray Tomás, opúsculos, sermones, monografías, entre otros.

En su biografía clásica (1588)  Miguel Bartolomé Salón  nos dice: “fue este bendito padre de mediana estatura, el rostro un poco moreno y aguileño, las mejillas un poco encendidas, los ojos zarcos (azul claro), el semblante muy modesto y pio, juntamente grave y de mucha autoridad, bien complexionado, colérico sanguíneo” (pags. 343-344).

Testigo en los procesos de canonización “que conoció muy bien al dicho don fray Tomás de Villanueva……que era un hombre alto, seco, cano, de venerable presencia y compostura, al cual este dicho testigo vio y oyó predicar muchas veces….” (Ritos, ms 3632, f 340v).

El papa Paulo V, quien autorizó llamar beato al venerable Tomás de Villanueva, fijaba la celebración anualmente el 18 de septiembre en todo el reino de Valencia, a la ciudad y diócesis de Valencia, donde fue  arzobispo. Con el Breve “in Supremo Apostalatus Solio” de 1619 la extendía a los agustinos de España y Villanueva de los Infantes.  Después el papa Gregorio XVI  con el Breve de 1621 autorizó la celebración a toda la Orden Agustiniana.

Beatificado el 7 de octubre de 1618 por el Papa Paulo V y canonizado el 1° de noviembre  de 1858 por el Papa Alejandro VII.

Actualmente y como aparece en su página oficial, en Fuenllana y Villanueva de los Infantes, su cuna natal, su festividad se celebra el 18 de septiembre, igual que en otros lugares de España. En Villanueva, Guajira, se venera a su santo patrono en esta misma fecha. En Santo Tomás, Atlántico, décadas atrás, prevalecía esta misma fecha. El reverendo y hagiógrafo Alban Butler en su libro “Vida de los Santos” establece como fecha el 22 de septiembre (tomo III pags. 635-640, Méjico D. F. 1968).

Los cambios de fecha para la celebración de muchos santos se produjo por la eliminación en el calendario romano de muchas celebraciones, algunos santos se movieron y en otros casos para evitar festividades en cuaresma, otros tuvieron el privilegio de seguir celebrando en la fecha anterior. Con la reforma de 1965 en el santoral, el Vetus Ordo, Viejo Orden, y el Novus Ordo fue usado para describir la misa anterior a la introducción por el Papa Pablo VI, es decir, la del Papa  Juán   XXIII. El misal definitivo se editó en 1969 y contiene el santoral. El actual calendario eclesiástico establece como fecha el 22 de septiembre.

                                                                                                                       30/08/2022

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