Ratas portadoras del corruptovirus
Asombrosas celeridades de los excelentísimos dignatarios de turno para devorar banquete de recursos apropiados por el gobierno para aliviar crisis derivada del coronavirus, con el discurso de ayudar a mitigarla pobreza extrema que nos rodea; si la misma rapidez y eficacia la aplicaran en solucionar oportunamente las necesidades del pueblo, no seriamos tan pobres, pero ese no es el criterio dictado por los dueños reales del poder en las sombras.
Percibimos una conspiración de contratos invisibles entre detentadores de la riqueza (poder real), hacia sus peones de turno en esta caricatura de democracia: países pobres saqueados por las multinacionales con asiento en los países ricos, ricos nacionales abusando con base en el discurso vetusto y manido de redimir la pobreza con la economía del bienestar, cuando en realidad es una economía de rosca que premia al amo, al que se obedece, manteniendo la brecha perniciosa del 5% dueño del 95% del pastel; que nos lleva a preguntarnos: La avaricia de los ricos no tiene límite?. Ese 5% tienen aseguradas unas 20 vidas solo gastando, las vivirán.Los políticos aprendieron del sistema perverso, compran la curul o la dignidad y después deben recuperar su inversión con creces, como estrategia de redistribución del ingreso. El novicio candidato a corrupto: ¿Jefe, puede financiarme la alcaldía?; Claro, después pagarás con contratos.
Historias asombrosas de la corrupción, virus más letal que el coronavirus, nos desnudan en todo sentido y no escapan instituciones como el sistema de justicia, las fuerzas armadas, el sistema de salud, los partidos políticos, las iglesias, las empresas privadas y hasta la presidencia queriendo comprar el certificado de acreditación que muestre la “aceptación favorable” del jefe de estado. De los “excelentísimos dignatarios” pasados se dice que los dineros de sus coimas no fueron al sistema financiero de una, sino a bodegas hechas para sus fines oscuros. También quieren vivir el resto de sus vidas sin trabajar; ¿estrategia de redistribución del ingreso? Valdría la pena investigar. La historia nos grita: ¡eso es tan viejo como el hombre!, pero el presente nos dice que el sistema colapsará. Entropía negativa. Ratas transmisoras del “corruptovirus”, a la cárcel, que no en casa, ¡invento conveniente!, inhabilitados con su familia, de por vida para el servicio público. Si sucede, el discurso de las IAS, será un alivio.
Valiente artículo para castigo de las ratas humanoides.