26 julio, 2024

Hace 74 años, un sacerdote boyacense impulsó la creación del Club de Leones de Santo Tomás

Por Efraín Pérez Granados.

La vocación en el servicio es aquel comportamiento donde, una o varias personas, se desprenden de su interés particular para servir a los demás. La vida del hombre se proyecta más allá del mundo biosíquico y orienta su actividad hacia la consecución de bienes esenciales. Mientras que la vida animal termina en sí misma y sus funciones orgánicas no tienen otra finalidad que la de coadyuvar al mantenimiento del ser vivo, la vida humana aspira a algo que la trasciende y la rige.

La misión de los clubes de leones es el servicio y el servicio es visible y sus efectos pueden medirse. Cumplen su misión a través de la acción en todo el mundo repartidos en 206 naciones. Sus orígenes están en los Estados Unidos cuando corrían los fragores de la Primera Guerra Mundial. El 7 de junio de 1917 se celebró una reunión de empresarios exitosos con la visión de ampliar sus horizontes más allá de sus intereses personales. El personaje de la reunión fue Melvin Jones donde muchos pensaban que era un fabulador de historias. Es importante señalar que la organización adoptó sus estatutos, reglamentos, objetivos y su código ético.

Heberto Arroyo Pertuz. Uno de los fundadores Club de Leones de Santo Tomas. QEPD

El leonismo ingresó a Colombia por la pujante ciudad de Barranquilla, fundándose en 1936 el primer club de leones. Aunque no prosperó, sembró la semilla para que germinara la organización de servicio más grande del mundo. De hecho, en la Arenosa se crea el Club de Leones Barranquilla Monarca con Acta de Constitución del 7 de mayo de 1945. El año 1945 se constituye en la “Época Dorada del Leonismo colombiano” cuando se crean clubes de leones en Cali, Palmira, Pereira y Popayán.

En el Departamento del Atlántico, dos sacerdotes boyacenses y hermanos. Carlos Julio Becerra Monroy y Jorge Ezequiel Becerra Jiménez, ejercieron su misión sacerdotal en varias poblaciones del departamento.

Carlos Julio Becerra Monroy nació en Chiquinquirá, municipio ubicado en el occidente del departamento de Boyacá, el día 20 de septiembre de 1920 en el hogar conformado por Francisco Becerra Jiménez y Ercilia Monroy de Becerra. No había cumplido dos años

cuando falleció su madre. Huérfano, su tía Rita se encargó de su crianza y la de su hermano mayor, Efraín. Años más tarde, su padre se volvió a casar y tuvo cuatro hijos, Jorge, Rita, Germán y Anita. Jorge, el hijo mayor de esta nueva unión también se ordenó sacerdote regentando varias parroquias de la Arquidiócesis de Barranquilla, estuvo al frente de la Junta Pro-Catedral María Reina, historiador y escritor, autor del libro “Historia de la Diócesis de Barranquilla”.

Por su parte, Carlos Julio Becerra Monroy, realizó sus estudios de Bachillerato en el Colegio Salesiano Maldonado Calvo de la ciudad de Tunja. Los estudios de Filosofía y Teología los realizó en Soracá, municipio cercano a Tunja. Llegó a Barranquilla a la edad de 21 años, terminando sus estudios eclesiásticos en el Seminario San Luís Beltrán, ubicado en ese entonces, cerca de la Iglesia de San Nicolás de Tolentino. El 13 de febrero de 1944 recibió las sagradas órdenes y su ordenación sacerdotal la recibió el 21 de septiembre de 1946 en la Iglesia Pro-Catedral de San Nicolás. Los primeros cargos que desempeñó como religioso fue el de Capellán del Colegio Biffi, Capellán del Asilo San Antonio y profesor de religión en el Colegio Barranquilla.

Carlos Julio Becerra Monroy es designado como párroco de la Parroquia Santo Tomás de Villanueva, estando al frente desde el 15 de febrero de 1948 hasta el 10 de diciembre de 1950, reemplazando al sacerdote español Fidel Del Val Moradillo.

La llegada del reverendo Carlos Julio despertó mucha simpatía en todos los estamentos de la población. Cuentan personas de avanzado calendario que muchas damas le lanzaban tibias miradas y pensaban que el corazón del sacerdote era un manicomio porque habitaban en un mundo de locura, dando la sensación de un fantasma buscando sosiego.

El Santo Tomás de esos años, era el municipio de casas con techos pajizos, sin acueducto, sin energía eléctrica, de calles polvorientas y con una población aproximada de 5.000 habitantes. El padre Carlos Julio guiado por las sagradas escrituras, concretamente en Mateo 20:28 se lee: “Como el hijo del hombre no vino para ser servido, vino para servir y dar su vida en rescate por muchos”. Con estas premisas, realiza contactos con las personas emprendedoras y con el acompañamiento de una veintena de ciudadanos oriundos de la localidad organiza la creación del CLUB DE LEONES DE SANTO TOMÁS, proyecto que fue plasmado con la promulgación de la CARTA CONSTITUTIVA por parte de LIONS CLUBS INTERNATIONAL (Organización Internacional de Clubes de Leones) con sede en la ciudad de Chicago, Illinois, Estados Unidos, con fecha del 18 de abril de 1949.

En la Carta Constitutiva del Club de Leones de Santo Tomás aparecen como socios fundadores Josué Charris De la Hoz, Feliciano Acosta Molina, Ramón Alberto Barandica Fontalvo, Manuel Eusebio Molinares Ortega, Manuel Barandica C., Manuel Fortunato

Charris Sarmiento, Rafael Ángel Charris De la Hoz, Moisés Antonio De la Hoz Martínez, José Manuel Pertuz Charris, Erasmo Fernández De la Hoz, Ricardo M. Pizarro P., Miguel

A. Torres P., César Eurípedes Mejía De la Hoz, Rafael Barandica C., Saúl Antonio Charris De la Hoz, Absalón Charris De la Hoz, Ricardo Fontalvo Sarmiento, Cosme Ramón Zapata Diart, Manuel Raimundo Donado Sarmiento, Luís Felipe De la Hoz Uribe, Germán Amador Arrieta, Flaminio Castilla B., Juán F. De la Hoz Uribe, Martín J. Fruto M., Julio César Torres Fontalvo y Manuel R. Zapata Ch.

Fueron personas reconocidas y prestantes en el municipio, en su nómina encontramos comerciantes, abogados, médicos, algunos vinculados con el poder, alcaldes, miembros del Concejo Municipal y hasta un notario. Un caso particular es el de los hermanos Charris De la Hoz y su padre Manuel Fortunato Charris Sarmiento, quien bautizó a sus hijos con nombres bíblicos y desarrollaron una labor altruista dando a campesinos y a otras personas vacas en periodo de lactancia para que aprovecharan su leche durante unos diez meses, al cabo de los cuales recibía el animal. También generaron fuentes de trabajo por sus vínculos con la ganadería.

En la década de los años sesenta, siendo su hijo Saúl Charris De la Hoz senador, su padre donó una hectárea de terreno para la construcción del Hospital de Santo Tomás, proyecto que se materializó con la construcción del centro asistencial prestando sus servicios en la actualidad. De este lote se perdió parte de su área por sentencias judiciales. Indudablemente, con la anuencia y asesoría de “varios hombres de las leyes”.

El periódico vespertino El Nacional de la ciudad de Barranquilla publicó los días 7 y 11 de marzo de 1974 noticias “donde el senador Saúl Charris De la Hoz le hizo un fuerte reclamo a la Fiscal de la Contraloría General de la República, Anie Martínez, porque la funcionaria se había negado a entregarle un auxilio por una cuantía de $ 500.000 con destino al Club de Leones de Santo Tomás. En fin, se trataba de cuestión de trámite y el incidente se olvidó. Lo cierto es que el reclamo del Dr. Saúl tenía toda la razón porque correspondía a la cuota o auxilio como parlamentario”.

Como complemento, Saúl Charris De la Hoz en el año 1976 donó una hectárea de terreno para la construcción del “Albergue Tercera Edad Club de Leones Santo Tomás” o Ancianato que se construyó y funcionó en Santo Tomás. El 5 de diciembre de 1985 se firmó en la Notaría Cuarta del Círculo de Notarías de Barranquilla un Contrato de Comodato con la Gobernación del Atlántico siendo gobernador Fuad Ricardo Char Abdala, actuando en calidad de COMODATARIO y en nombre del Club de Leones de Santo Tomás en calidad de COMODANTE Tomás Acosta Moreno, además, Rafael Ángel Manjarrés Reales y Heberto Enrique Arroyo Pertuz.   En las cláusulas del Contrato se establece que “El Comodante hace entrega al Comodatario, a título de comodato o préstamo de uso, por

el término de treinta (30) años el lote de terreno, sus instalaciones, construcciones, equipo hidroneumático (motobomba). Se estable que el Comodatario destinará sus instalaciones para el funcionamiento y conservación del Albergue Tercera Edad Club de Leones Santo Tomás”.

En el funcionamiento y dotación del Ancianato también participó la Alcaldía Municipal de Santo Tomás. Siendo gobernador del Atlántico Ventura Díaz Mejía, le expidió el “Acta de Defunción”, fue cerrado y más tarde demolido.

Es bueno destacar que el médico Heberto Enrique Arroyo Pertuz, de la nómina del Club de Leones de Santo Tomás, ocupó un alto cargo como Gobernador del Distrito F 2, periodo 1987-1988 y en la 41 Convención Nacional realizada en la ciudad de Cali en 1987 era integrante del Consejo de Gobernadores del Distrito Múltiple F de Colombia. Asistiendo posteriormente, a la Convención Internacional de Taipéi, capital de Taiwán en julio de 1987 para tomar posesión del cargo.

Todos miramos, con estruendoso rugido, el hoy y el mañana guiado con el faro del fantástico retrovisor a todos aquellos que iniciaron el Club de Leones de Santo Tomás. Las causas globales del leonismo son la diabetes, visión, hambre, medio ambiente y cáncer infantil, como enfrentarlos y superar los desafíos que vemos en todas las comunidades del mundo.

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