27 julio, 2024

¡Increíble! La historia del tomasino al que le cambiaron su hija.

En 2016, en la Clínica Niño Jesús se dio este inconcebible hecho.

José Hernández, padre biológico de una niña que no le entregaron en el Hospital Niño Jesús en el 2016 y de la que cría desde hace cuatro años, vivió una historia de novela.

Todo comenzó en 2016 cuando el comerciante, en una relación extramatrimonial, tuvo una hija, la cual no pudo ver nacer por “por asuntos laborales”

Las dudas de José comenzaron cuando veía en la niña luego de dos años, que no presentaba semejanzas ni con la madre, ni con el padre y tampoco con los hermanos que el hombre tenía dentro de su matrimonio.

“Un día hice lo posible para hacerle la prueba de ADN y llevé a la niña. Le comenté a la mamá que la iba a llevar a Barranquilla a comprarle los zapatos. Se le hizo la prueba de ADN y arrojó que no era compatible conmigo. Le comenté a la muchacha lo que estaba pasando que la niña no era hija mía”.

José le preguntó a la mujer que si había estado con otra persona. “Qué me comentara, que me dijera la verdad”. Todo esto a causas de las dudas que lo atormentaban.

Lo que aclaró todas las incógnitas fue cuando la supuesta madre de la hija se hizo la prueba de ADN y también resultó siendo incompatible con la pequeña.

“Yo dije, aquí pasa algo. Esto tuvo que ser un error en el Hospital”, dijo José Hernández refiriéndose al Niño Jesús en donde nació su hija en el 2016.

Con un derecho de petición el hombre consiguió que en el centro asistencial le entregaran el listado de los nacidos vivos el día que en que su hija vio la luz de la vida y de esta manera, por la red social Facebook llegó a una mujer que vivía Chimichagua, en el departamento del Cesar. La joven tenía en su perfil una fotografía de su hija: idéntica a él y a sus hijas del matrimonio.

“Esa es mi hija”, dijo en ese momento. Veinte días después ubicó a la madre de la niña a través de otros similares. “Le comenté la situación a la muchacha. Le dije que lo más seguro es que ella tuviera a la hija mía y yo la de ella. Ella estalló en llanto”.

José y la mujer que criaba a su hija biológica intercambiaron números telefónicos y se pusieron de acuerdo para encontrarse en Barranquilla

Aquí, una prueba final de ADN a la niña que ubicó en Chimichagua, le permitió encontrar a la que realmente era su hija de sangre.

“Ahorita veo a mis dos hijas, porque las dos son mis hijas. Quiero recuperar la que es de mi sangre y segundo no me quiero desprender de la que tengo ahorita. Porque son criaturas que puedo tener y tengo las condiciones para hacerlo”, finalizó el hombre que por estos días, comparte con las dos pequeñas en Santo Tomás mientras termina un proceso legal con el Hospital Niño Jesús.

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