29 marzo, 2024

LA CULTURA DEL SAQUEO

Por. DANIEL J. CHARRIS GRANADOS.

El 6 de julio fue un día marcado por la tragedia. En la vía Barranquilla-Ciénaga , a la altura del municipio de Tasajera, un camión cisterna que transportaba gasolina se volcó a un lado de la vía, lo que fue aprovechado por los moradores y merodeadores de la zona para-  en un acto temerario y en contravía de la persuasión de agentes de policía y administradores del consorcio vial- apropiarse del hidrocarburo que llevaba el vehículo. Se ve en los videos la turba, pimpinas en mano, rodeando el inmenso tanque, sacando el combustible del mismo, cuando de repente se presenta una explosión que dejó un saldo inmediato de siete muertos, más innumerables heridos con quemaduras de hasta más del ochenta por ciento de su superficie corporal, lo que equivale a decir que fueron abrazados por el fuego.

El mismo día en Barranquilla se volcó en la vía  40 un camión cargado de cervezas y sucede lo mismo, un enjambre humano, amigos de lo ajeno, se llevan las canastas llenas con botellas de cerveza. En ambos ejemplos la gente en vez de ayudar, priorizan llevarse lo que  más puedan, aún a costa de poner en riesgo la vida misma.

Escucho voces decir: es la mala situación que estamos viviendo con esta pandemia; es la pobreza de la gente, afirman otros… Pero yo me pregunto, y los que hurtan el erario público? Los que han vivido toda la vida chupando de las arcas públicas? Serán pobres? Los estará atropellando la cuarentena?.

Varias veces oí decir a alguno cuando a alguien lo nombraban en algún cargo público que tuviera manejo de recursos: “ahora sí fulano coronó con ese puesto”, situación que de igual forma se extrapola al sector privado que diera la papaya en nuestro coloquial decir.

Me aventuro a afirmar que esta conducta del avivato, del saqueo, del hurto, de la concupiscencia viene de siglos atrás en esta parte del mundo, desde el mismo instante en que nuestros honorables conquistadores  españoles,  que de honorables tenían muy poco, arribaron a estas tierras, los cuales era un grupo variopinto de ladrones, delincuentes, violadores,  estafadores, piratas y demás, que no tenían nada que perder en su españa natal y se atrevieron a participar en tan ignota empresa con la ilusión de conseguir riqueza fácil.

La ciencia ha demostrado que algunos comportamientos  delincuenciales y algunos  desórdenes de conducta, tienen  su origen en el código genético, es por esto que teorizo que estos personajes europeos que invadieron  estas tierras y que se mezclaron con los nativos produciendo el mestizaje, trajeron esos genes perversos con la consiguiente diseminación de los mismos en esta población. Es por lo anterior que me atrevo a creer  que en nuestro medio el saqueo, robo, despojo – o como  queramos llamarlo- resulta tan normal que a nadie le sorprende, llevamos esas tendencias en lo más profundo de nuestro código genético. Por lo anterior, resultaría tan infructuoso tratar de erradicar la cultura del robo, la cual desde  finales de siglo XX en adelante se vió reforzada por la narcocultura y por el desdén de nuestros dirigentes a plantear políticas educativas que prioricen el desarrollo del individuo  en su Ser. Atrás quedaron hace mucho tiempo las materias de Urbanidad, Cívica, entre otras, que de alguna forma moldeaban la voluntad del individuo. En resumen, el apropiarse de lo que no es de uno, está a la orden del día y en nuestra cotidianidad. Nos queda la esperanza que cuando hayan pasado varios recambios generacionales esta plaga que nos azota a todo nivel logre diluirse y prevalezcan los genes de las buenas costumbres y por fin seamos una sociedad con altos valores éticos y morales.

3 pensamientos sobre “LA CULTURA DEL SAQUEO

  1. Ese comportamiento no es más que un rezago de la conquusta, ya sea a través de la genética o la normalización de las conductas delictivas

  2. Dura realidad. Ayer pasó algo similar con una camión lleno de pescado de exportación que se accidentó en la via Barranquilla – Cartagena.
    Tanto el gobierno como nosotros mismos debemos priorizar en educación, valores, principios. Hay mucho por hacer ya cada uno debe poner su granito de arena para mejorar nuestra sociedad.

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