Los desafíos de la Enseñanza Remota de Emergencia
El aislamiento preventivo implementado como estrategia para contener la expansión del Covid-19 desencadenó un marco de situaciones excepcionales que obligaron a las instituciones educativas a cancelar todas las actividades presenciales, incluyendo clases, actividades prácticas y de laboratorios, lo que transfirió un sinnúmero de desafíos a los profesores, exigiendoles migrar de forma rápida sus actividades pedagógicas, didácticas y lúdicas a entornos basados en mediaciones virtuales.
A esta adaptación de los eventos pedagógicos como respuesta a un cambio abrupto derivado de una situación de crisis, los expertos la han denominado Enseñanza Remota de Emergencia (ERT, Emergency Remote Teaching); y ante la cual es importante aclarar, que esta modalidad de enseñanza dista en gran manera de la educación a distancia con mediación virtual en todo su rigor.
En la educación virtual las experiencias educativas son completamente diseñadas y planificadas para ser desarrolladas en línea, esto implica la adaptación y sistematización de los contenidos mediante un proceso de diseño instruccional, que traslade los eventos pedagógicos a una plataforma digital conocida con el nombre de Sistema de Gestión del Aprendizaje (LMS, Learning Management System), que brinda condiciones para estimular la autonomía del estudiante, permitiéndole administrar el ritmo de aprendizaje, los horarios y jornadas de trabajo, así como las rutas de descubrimiento y apropiación de conocimiento. En este sentido, una de las principales ventajas de la educación virtual es superar las barreras de tiempo y espacio que típicamente han caracterizado a la educación presencial tradicional.
Es menester mencionar que este tipo de educación de emergencia no es algo completamente nuevo, existen casos de países en crisis que, ante el cierre de escuelas y universidades, han implementado diferentes modalidades de educación remota. La Red Interinstitucional para la Educación en Emergencias presentó los resultados de un estudio sobre el papel de la educación en situaciones de fragilidad y emergencia, en el que examinó entre otros, el caso de Afganistán, donde la educación fue interrumpida por los conflictos armados. Con el fin proteger a los niños, en este país se implementaron mecanismos de formación por radio y DVD, que permitieron mantener y expandir la cobertura del sistema educativo y adicionalmente, promover la educación para las niñas.
Las actividades que se han desarrollado en el contexto de nuestros procesos de Educación Remota de Emergencia desencadenaron un escenario de caos que involucró a instituciones, docentes, estudiantes y hogares en una carrera sin frenos, regida por el compromiso de cumplir, pero que ha estado plagada de improvisaciones y sus consecuentes intentos fallidos y equivocaciones.
En nuestro contexto nacional, la Educación Remota de Emergencia puso en evidencia ante la opinión pública, las brechas de acceso a las tecnologías de información y comunicación, sin embargo, esta dura realidad no era de desconocimiento de nuestras autoridades, en marzo de 2019 desde el Viceministerio de Conectividad y Digitalización, se divulgó información que señalaba que en el país más de 20 millones de colombianos no contaban con acceso a Internet, lo que hacía manifiestas las dificultades para acceder a herramientas digitales y contenidos en línea que puedan contribuir con la calidad de la formación de los niños y jóvenes, en especial de las zonas rurales.
Ante la realidad de la pandemia y la extensión del aislamiento, sería importante que las autoridades del sector educativo implementen un programa de acompañamiento a los docentes desde los niveles preescolar hasta superior, a través del cual apropien competencias y prácticas que les permitan hacer un óptimo aprovechamiento de las herramientas de interacción tecnológica, desplegando estrategias didácticas que vayan más allá de simular clases convencionales a través de videoconferencias, generando escenarios innovadores que brinden a los aprendices formación de calidad, sin olvidar que el objetivo principal es robustecer un ecosistema educativo temporal que haga posible ofrecer enseñanza de una maneraflexible y con facilidades de convergencia de diversos tipos de tecnologías y mediaciones.
De igual forma, las entidades de gobierno están ante el desafío de diseñar mecanismos creativos que brinden equidad en las condiciones de formación para los estudiantes que tienes limitaciones sociales, económicas y de infraestructura de conectividad que se traducen en restricciones de acceso a equipos de cómputo, la Internet y el conocimiento globalizado.
Nos queda Alberto volar y volar desde la imaginacion